CORRECTOR ORTOGRÁFICO

Stilus le permite revisar la ortografía y el estilo de sus textos en español según sus preferencias lingüísticas y desde cualquier ordenador con conexión a Internet.

• Stilus controla la calidad de sus textos

  Es un revisor automático que verifica con gran cobertura y precisión lingüísticas la ortografía, la gramática, la tipografía y el estilo de sus textos.

• Revisa en función del contexto lingüístico

  Stilus aplica tecnologías semánticas y de Procesamiento de Lenguaje Natural para detectar errores «reales» en contexto. Por eso mejora los resultados que proporcionan otros correctores automáticos basados en técnicas superficiales de análisis.

• Cuatro niveles de revisión

  Stilus no solo verifica la adecuación de sus textos a la norma ortográfica y gramatical, también le asesora sobre aspectos ortotipográficos y de estilo. Si solicita un informe de revisión, distinguirá los tipos de error por colores: ortografía - rojo, gramática - verde, tipografía - amarillo y estilo - azul.

 

• Completo, riguroso y actualizado

  Stilus se caracteriza por su gran cobertura léxica, su continua actualización y su fuerte rigor lingüístico. A diferencia de otros correctores automáticos, Stilus verifica los textos en función de los últimos cambios registrados en la Ortografía de la lengua española, publicada en 2010 por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Y sigue, además, las prescripciones de otras autoridades lingüísticas.
  
  Con posibilidad de orientar la revisión para reconocer o no léxico particular del español de América:
  
  

  




• Stilus sugiere y usted decide

  A diferencia de otros correctores, Stilus no reescribe automáticamente el texto, es el usuario quien tiene en todo momento el control de la corrección.

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Corrector ortográfico

Stilus reconoce mucho más vocabulario que otros correctores de español. Incorpora una gran base léxica de cerca de 7 millones de palabras (con más de 190 000 nombres propios). Sus diccionarios son continuamente actualizados con nuevas posibilidades léxicas (neologismos) y nombres de personalidades, organizaciones, países, etc. surgidos en el panorama social contemporáneo.

• Su gran cobertura léxica reduce el número de falsos avisos ortográficos y ayuda a solventar dudas sobre la escritura de nombres propios.



• Gracias a su sensibilidad contextual, verifica el uso de pares homófonos y diacríticos.



• Detecta construcciones mal formadas o adaptaciones incorrectas de voces extranjeras.

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Corrector ortotipográfico

Stilus también contempla gran cantidad de aspectos ortotipográficos.

• Coteja apertura y cierre de pares de signos (comillas, paréntesis, corchetes, etc.).
• Revisa el espaciado: dobles espacios, exigencia de espaciado o adyacencia entre signos ortográficos y palabras, etc.
• Avisa sobre secuencias no permitidas de signos de puntuación.



• Revisa la puntuación en las abreviaturas.
• Verifica el uso de mayúsculas y minúsculas.
• Indica la conveniencia de uso de la tipografía cursiva sobre voces extranjeras.

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Corrector gramatical

• Gracias a su capacidad desambiguadora, Stilus es capaz de detectar gran cantidad de errores de concordancia a distinto nivel oracional.
• Además de otro tipo de confusiones de índole sintáctica como puedan ser la discordancia entre tiempos verbales, la no obediencia de exigencias preposicionales, etc.

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Corrector de estilo

Stilus es una herramienta automática y como tal no es capaz de realizar una verificación exhaustiva de la coherencia y la cohesión textual tal y como lo haría un profesional humano. Pero sí incorpora cientos de recomendaciones de uso explícitamente recogidas en los manuales de dudas lingüísticas y libros de estilo más reconocidos.

• Informa sobre variantes ortográficas preferidas.



• Avisa ante posibles impropiedades léxicas.
• Propone alternativas a extranjerismos y voces extranjeras.



• Reacciona frente a determinados fenómenos que pudieran complicar la lectura como el uso abusivo de adverbios o preposiciones, frases demasiado largas, redundancias, etc.
• Y permite controlar el uso de variedades lingüísticas (o dialectales), temáticas (uso de tecnicismos) y de registro lingüístico (uso de coloquialismos, arcaísmos, etc.).